No encuentro las palabras para describir la situación grave que estamos viviendo actualmente los trabajadores universitarios. Muchas veces, he sido víctima de calificativos nada decorosos, que en ningún momento me han impedido seguir adelante. Ayer me dijeron uno más, lo que demuestra la libertad de expresión mal entendida, de trabajadores docentes que cuales miembros de una especie de sequitos de 'lamesuelas' anti laborales, elites que no soportan que el trabajador no docente se prepare y además ayude a sus compañeros; sólo que como dijo alguien, o será problemas de alguna cohorte misógina secreta de trabajadores no docentes?.
Sé que mis amigos periodistas me reprenderán por escribir en primera persona, así que desde ya les pido que me perdonen. También les pido perdón a los que me piden que no escriba tan extenso pero esta historia merece relatarla para que no me permitamos que suceda más nunca.
La situación de CODEPRE vivida hoy (miércoles), no tiene nombre yo solo le pido a Dios que nos de fuerza para seguir ayudando, y me pregunto ¿qué están haciendo con mi universidad? ¿qué clase de personas están colocando en cargos de dirección sin que tengan ni siquiera un mínimo de educación y cortesía y solo miran al personal no docente como “mano de obra calificada”, o como nos llamaron hoy ” subalternos que obedecen ordenes”? ¿Cuándo fue que nos dejamos hurtar por estas Autoridades nuestra capacidad de pensar o disentir? ¿Cómo es posible que se critique duramente lo que se ve fuera de la ULA y lo que vemos dentro muchas veces es peor?
La situación de hoy, fue denigrante humillante deprimente, ver tres trabajadoras calificadas, con expediente limpio, con más de diez años de servicio, expuestas al escarnio público.
En presencia de la Junta Directiva del Sindicato, un profesor abrogándose una amistad con el patrono directo, las presionaba a “baja voz” para que firmaran una notificación de personal. El patrono directo, cual custodio penitenciario con una sonrisa y actitud de burla hacia la desgracia ajena, siempre estuvo detrás de su “amigo”, profesor universitario quién se prestaba cual arsénico para pasar desapercibido y asesinar el expediente laboral de nuestras agremiadas. Profesor de Derecho, qué Derecho puede enseñar un abogado que niega el debido proceso, el derecho a la defensa y no fue a la clase donde debió aprender aquello de la presunción de inocencia, o la cancioncita ”todo persona es inocente hasta que se demuestre lo contrario”.
Tengo amigas y amigos abogados a los cuales quiero y respeto, pero cuando uno ve estas cosas entiende los chistes de los abogados; luego apareció otro abogado más, quién indico que venía con instrucciones expresas del Rector, esto sucedió mientras nosotros asistíamos a una de nuestras agremiadas que le subió la tensión.
El “abogado” quien también manifestó ser del Consejo Jurídico Asesor de la ULA, les dijo a nuestras agremiadas que se salieran de las oficinas, que no podían permanecer allí por ordenes del Rector y de la Directora de Personal, tampoco podían usar las computadoras. Cuando le solicitamos su credencial o Poder de representación nos dijo en clara e inteligible voz, que él no tenía por qué mostrar al Sindicato ninguna credencial a lo cual le dijimos y cómo sabemos que usted es quien dice ser? y dijo sigo instrucciones del Rector y del Consejo Jurídico Asesor. Este señor vestido de forma lejana al estilo de nuestros Abogados de la ULA, al parecer es de los contratados profesionales que ingresan a la ULA violentando nuestra Convención colectiva y sin criterio propio, solo estaba cual criticada milicia, cumpliendo órdenes patronales superiores.
Decidimos ignorarlo porque no teníamos la certeza si tenía cualidad legal para representar al Rector y no mostró ninguna credencial como apoderado o “enviado” del Consejo Jurídico Asesor de los trabjadores docentes, aunque le daba instrucciones al patrono inmediato y al “amigo-colaborador” del patrono. A todas estas, presuntamente la propia Directora de Personal había estado presente también, intentando persuadir a las trabajadoras que se fueran pero NUNCA DIJO a donde. El patrono inmediato entraba y salía de la oficina con su “amigo de gran espíritu colaborador patronal” quien en ningún momento se retiró y debe ser de los principales actores intelectuales de toda esta lamentable situación.
Escuchamos cuando el patrono inmediato indicó toda voz que cambiarían las cerraduras; inmediatamente recomendamos a nuestras agremiadas hacer respaldo de las computadoras y proceder hacer un inventario por el inminente cambio de cerraduras. El patrono directo se ubicó detrás de las trabajadoras de forma amenazante. Se le informó que estaban haciendo un respaldo, y de forma intempestiva y ante la mirada estupefacta de tres damas, quitó en nuestra presencia el servicio de luz y se quedó parado en el cajetín, por si alguna de nosotras se nos ocurría ir a restablecer el servicio, cosa que ninguna de nosotras haríamos por la actitud nada amable del patrono.
Llamamos al Rector SIETE VECES para confirmar si él había dado esas órdenes, y no nos respondió. Hablamos con su Coordinadora sin obtener ninguna solución, NADIE de las Autoridades del la ULA “apareció”, NADIE. Decidimos levantar un acta con los presentes y algunas personas que pasaban por el lugar, mientras el patrono directo nos indicaba que teníamos que irnos de las oficinas constantemente a lo cual NADIE le respondió nada. Luego volvió el patrono y con todo y la obscuridad les dijo a las trabajadoras que “tenían la tarde libre”, nosotros les recomendamos cumplir el horario hasta las seis. No hubo forma de comunicarnos con los organismos del Estado, NADIE nos ayudó, NADIE se presentó para mostrarle la humillación que vivían nuestras agremiadas, tres damas madres de familia con expediente limpio y ¿cómo nos salíamos sin un inventario ni acta?.
Cambiaron cerraduras, el Patrono inmediato iba y venía, hasta dijo no conocerme, le dije estoy segura que de aquí en adelante nunca más olvidará mi nombre, procedimos a hacer un acta en otra oficina cercana que si tenía luz, nuestras agremiadas lloraban de impotencia, de dolor de desesperación. El patrono inmediato venia a conminarnos a salir “periódicamente”, nosotros solo esperábamos el acta par suscribirla. Gabriela intentó entregarle al patrono unos cheques que estaban listos para pagarse, no los recibió, los dejamos en la oficina. Al final de la tarde aparecieron VIGILANTES, los cuales presuntamente venían por órdenes del Rector a sacarnos, preguntaron “quien era el jefe”, hicimos lo mismo que habíamos hecho con el resto de PATRONOS Y SU SEQUITO DE AMIGOS, no les respondimos nada.
El patrono inmediato les quitó las llaves de las oficinas a las trabajadoras, las instrucciones nuestras fueron que las entregaran sin problema, no se para qué si ya había cambiado unas cuantas cerraduras, pero las sostenía como un trofeo Polar. Al final de la tarde llegaron muchos amigos nuestros a darnos su solidaridad, les decimos gracias Dios les pague. Tuvimos que trasladar a nuestras tres agremiadas a CAMIULA por tensión alta, y una fuerte crisis nerviosa, dolor de cabeza fuerte y hasta náuseas.
Cada día que pasa sentimos que nuestra Universidad va a la deriva y en diferentes barcos, están hurtando los derechos de nuestros trabajadores. Según jurisprudencia del Tribunal Supremo de Justicia la competencia para medidas cautelares la tienen los tribunales competentes, en la ULA se les niega el Debido proceso, el derecho a la defensa, se maltrata, discrimina, se humilla, y se dictan medidas cautelares sin ser competentes para ello; y lo que es peor, la Universidad mantiene en los tribunales que la Inspectoría del Trabajo no es competente para emitir medidas cautelares porque no es un tribunal basados en la reiterada jurisprudencia del TSJ, pero se creen “puertas adentro” con la misma competencia de la Inspectoría del Trabajo fuera de la ULA.
Amigo trabajador universitario, solo les pedimos el día de hoy que por un minuto se coloquen en la situación de estas tres damas quienes salieron a las 10 de la noche de CAMIULA, y no saben qué pasará con su trabajo mañana, les nieguen su derecho a la defensa; están siendo condenadas, inhabilitadas, separadas de sus cargos sin que se les haya permitido defenderse o al menos saber de qué se les acusa?. Piensen amigos el escarnio público. ¿Creen ustedes que estas compañeras podrán dormir bien hoy? ¿ustedes creen que algún ser humano se merezca semejante trato? ¿Qué hubiesen hecho ustedes si esto se lo hacen a su esposa, hermana o madre?.
No sabemos cómo va a terminar esta situación, pero si necesitamos la solidaridad de todos, estos abusos patronales, de gritos, groserías, insultos, cambios de lugar de trabajo como si fuésemos “floreros”, ya se están volviendo habituales y nos tienen colapsada consulta psiquiátrica de CAMIULA. Hasta cuando los “contratados apoyados” pasarán por encima de los fijos y restaran la oportunidad de ingreso a fijo del personal contratado decente y sin “corona”. Por qué existe personal contratado que se les aprueba por “caminos verdes” permiso remunerados fuera del país, cual es la real necesidad de servicio si se van de “viaje concertado”
Finalmente, si todo esto pasó en presencia del Sindicato, ¿quien asesoró y defendió a sus agremiadas? ¿cómo serían las cosas cuando no estaba el Sindicato? ¿Cuál es la molestia? ¿será la denuncia de una de las damas por maltrato del jefe ante las instancias correspondientes, o el que la Junta Directiva de SIPRULA haya solicitado a la Comisión Electoral de la ULA el formato para recolección de firmas para Revocatorio de Autoridades universitarias y decanales, o ambas cosas?.
¡¡¡Adriana, Alba y Gabriela estamos con ustedes!!!
POR EL RESCATE DE LA DIGNIDAD DEL TRABAJADOR UNIVERSITARIO, NO MÄS ABUSO¡¡¡
Ing. Maribel Suárez Mancha
Secretaria General del SIPRULA
Sé que mis amigos periodistas me reprenderán por escribir en primera persona, así que desde ya les pido que me perdonen. También les pido perdón a los que me piden que no escriba tan extenso pero esta historia merece relatarla para que no me permitamos que suceda más nunca.
La situación de CODEPRE vivida hoy (miércoles), no tiene nombre yo solo le pido a Dios que nos de fuerza para seguir ayudando, y me pregunto ¿qué están haciendo con mi universidad? ¿qué clase de personas están colocando en cargos de dirección sin que tengan ni siquiera un mínimo de educación y cortesía y solo miran al personal no docente como “mano de obra calificada”, o como nos llamaron hoy ” subalternos que obedecen ordenes”? ¿Cuándo fue que nos dejamos hurtar por estas Autoridades nuestra capacidad de pensar o disentir? ¿Cómo es posible que se critique duramente lo que se ve fuera de la ULA y lo que vemos dentro muchas veces es peor?
La situación de hoy, fue denigrante humillante deprimente, ver tres trabajadoras calificadas, con expediente limpio, con más de diez años de servicio, expuestas al escarnio público.
En presencia de la Junta Directiva del Sindicato, un profesor abrogándose una amistad con el patrono directo, las presionaba a “baja voz” para que firmaran una notificación de personal. El patrono directo, cual custodio penitenciario con una sonrisa y actitud de burla hacia la desgracia ajena, siempre estuvo detrás de su “amigo”, profesor universitario quién se prestaba cual arsénico para pasar desapercibido y asesinar el expediente laboral de nuestras agremiadas. Profesor de Derecho, qué Derecho puede enseñar un abogado que niega el debido proceso, el derecho a la defensa y no fue a la clase donde debió aprender aquello de la presunción de inocencia, o la cancioncita ”todo persona es inocente hasta que se demuestre lo contrario”.
Tengo amigas y amigos abogados a los cuales quiero y respeto, pero cuando uno ve estas cosas entiende los chistes de los abogados; luego apareció otro abogado más, quién indico que venía con instrucciones expresas del Rector, esto sucedió mientras nosotros asistíamos a una de nuestras agremiadas que le subió la tensión.
El “abogado” quien también manifestó ser del Consejo Jurídico Asesor de la ULA, les dijo a nuestras agremiadas que se salieran de las oficinas, que no podían permanecer allí por ordenes del Rector y de la Directora de Personal, tampoco podían usar las computadoras. Cuando le solicitamos su credencial o Poder de representación nos dijo en clara e inteligible voz, que él no tenía por qué mostrar al Sindicato ninguna credencial a lo cual le dijimos y cómo sabemos que usted es quien dice ser? y dijo sigo instrucciones del Rector y del Consejo Jurídico Asesor. Este señor vestido de forma lejana al estilo de nuestros Abogados de la ULA, al parecer es de los contratados profesionales que ingresan a la ULA violentando nuestra Convención colectiva y sin criterio propio, solo estaba cual criticada milicia, cumpliendo órdenes patronales superiores.
Decidimos ignorarlo porque no teníamos la certeza si tenía cualidad legal para representar al Rector y no mostró ninguna credencial como apoderado o “enviado” del Consejo Jurídico Asesor de los trabjadores docentes, aunque le daba instrucciones al patrono inmediato y al “amigo-colaborador” del patrono. A todas estas, presuntamente la propia Directora de Personal había estado presente también, intentando persuadir a las trabajadoras que se fueran pero NUNCA DIJO a donde. El patrono inmediato entraba y salía de la oficina con su “amigo de gran espíritu colaborador patronal” quien en ningún momento se retiró y debe ser de los principales actores intelectuales de toda esta lamentable situación.
Escuchamos cuando el patrono inmediato indicó toda voz que cambiarían las cerraduras; inmediatamente recomendamos a nuestras agremiadas hacer respaldo de las computadoras y proceder hacer un inventario por el inminente cambio de cerraduras. El patrono directo se ubicó detrás de las trabajadoras de forma amenazante. Se le informó que estaban haciendo un respaldo, y de forma intempestiva y ante la mirada estupefacta de tres damas, quitó en nuestra presencia el servicio de luz y se quedó parado en el cajetín, por si alguna de nosotras se nos ocurría ir a restablecer el servicio, cosa que ninguna de nosotras haríamos por la actitud nada amable del patrono.
Llamamos al Rector SIETE VECES para confirmar si él había dado esas órdenes, y no nos respondió. Hablamos con su Coordinadora sin obtener ninguna solución, NADIE de las Autoridades del la ULA “apareció”, NADIE. Decidimos levantar un acta con los presentes y algunas personas que pasaban por el lugar, mientras el patrono directo nos indicaba que teníamos que irnos de las oficinas constantemente a lo cual NADIE le respondió nada. Luego volvió el patrono y con todo y la obscuridad les dijo a las trabajadoras que “tenían la tarde libre”, nosotros les recomendamos cumplir el horario hasta las seis. No hubo forma de comunicarnos con los organismos del Estado, NADIE nos ayudó, NADIE se presentó para mostrarle la humillación que vivían nuestras agremiadas, tres damas madres de familia con expediente limpio y ¿cómo nos salíamos sin un inventario ni acta?.
Cambiaron cerraduras, el Patrono inmediato iba y venía, hasta dijo no conocerme, le dije estoy segura que de aquí en adelante nunca más olvidará mi nombre, procedimos a hacer un acta en otra oficina cercana que si tenía luz, nuestras agremiadas lloraban de impotencia, de dolor de desesperación. El patrono inmediato venia a conminarnos a salir “periódicamente”, nosotros solo esperábamos el acta par suscribirla. Gabriela intentó entregarle al patrono unos cheques que estaban listos para pagarse, no los recibió, los dejamos en la oficina. Al final de la tarde aparecieron VIGILANTES, los cuales presuntamente venían por órdenes del Rector a sacarnos, preguntaron “quien era el jefe”, hicimos lo mismo que habíamos hecho con el resto de PATRONOS Y SU SEQUITO DE AMIGOS, no les respondimos nada.
El patrono inmediato les quitó las llaves de las oficinas a las trabajadoras, las instrucciones nuestras fueron que las entregaran sin problema, no se para qué si ya había cambiado unas cuantas cerraduras, pero las sostenía como un trofeo Polar. Al final de la tarde llegaron muchos amigos nuestros a darnos su solidaridad, les decimos gracias Dios les pague. Tuvimos que trasladar a nuestras tres agremiadas a CAMIULA por tensión alta, y una fuerte crisis nerviosa, dolor de cabeza fuerte y hasta náuseas.
Cada día que pasa sentimos que nuestra Universidad va a la deriva y en diferentes barcos, están hurtando los derechos de nuestros trabajadores. Según jurisprudencia del Tribunal Supremo de Justicia la competencia para medidas cautelares la tienen los tribunales competentes, en la ULA se les niega el Debido proceso, el derecho a la defensa, se maltrata, discrimina, se humilla, y se dictan medidas cautelares sin ser competentes para ello; y lo que es peor, la Universidad mantiene en los tribunales que la Inspectoría del Trabajo no es competente para emitir medidas cautelares porque no es un tribunal basados en la reiterada jurisprudencia del TSJ, pero se creen “puertas adentro” con la misma competencia de la Inspectoría del Trabajo fuera de la ULA.
Amigo trabajador universitario, solo les pedimos el día de hoy que por un minuto se coloquen en la situación de estas tres damas quienes salieron a las 10 de la noche de CAMIULA, y no saben qué pasará con su trabajo mañana, les nieguen su derecho a la defensa; están siendo condenadas, inhabilitadas, separadas de sus cargos sin que se les haya permitido defenderse o al menos saber de qué se les acusa?. Piensen amigos el escarnio público. ¿Creen ustedes que estas compañeras podrán dormir bien hoy? ¿ustedes creen que algún ser humano se merezca semejante trato? ¿Qué hubiesen hecho ustedes si esto se lo hacen a su esposa, hermana o madre?.
No sabemos cómo va a terminar esta situación, pero si necesitamos la solidaridad de todos, estos abusos patronales, de gritos, groserías, insultos, cambios de lugar de trabajo como si fuésemos “floreros”, ya se están volviendo habituales y nos tienen colapsada consulta psiquiátrica de CAMIULA. Hasta cuando los “contratados apoyados” pasarán por encima de los fijos y restaran la oportunidad de ingreso a fijo del personal contratado decente y sin “corona”. Por qué existe personal contratado que se les aprueba por “caminos verdes” permiso remunerados fuera del país, cual es la real necesidad de servicio si se van de “viaje concertado”
Finalmente, si todo esto pasó en presencia del Sindicato, ¿quien asesoró y defendió a sus agremiadas? ¿cómo serían las cosas cuando no estaba el Sindicato? ¿Cuál es la molestia? ¿será la denuncia de una de las damas por maltrato del jefe ante las instancias correspondientes, o el que la Junta Directiva de SIPRULA haya solicitado a la Comisión Electoral de la ULA el formato para recolección de firmas para Revocatorio de Autoridades universitarias y decanales, o ambas cosas?.
¡¡¡Adriana, Alba y Gabriela estamos con ustedes!!!
POR EL RESCATE DE LA DIGNIDAD DEL TRABAJADOR UNIVERSITARIO, NO MÄS ABUSO¡¡¡
Ing. Maribel Suárez Mancha
Secretaria General del SIPRULA
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