Discurso del Sindicato de Profesionales y Técnicos Superiores Universitarios de la Universidad de Los Andes en el homenaje a los trabajadores y la condecoración Juan Nepomuceno Pagés Monsant
Miércoles, 8 de junio de 2011
Mis saludos y respetos en esta oportunidad en el cual nos volvemos a encontrar en una de las áreas más importantes de nuestra máxima casa de estudios, como lo es el Aula Magna, recinto donde nos hemos concentrado para celebrar y en algunos momentos para discutir nuestra realidad, la realidad de la universidad venezolana.
El Sindicato Regional de Profesionales y Técnicos Superiores Universitarios de la Universidad de Los Andes para los estados Mérida, Táchira y Trujillo (SIPRULA), saluda y felicita a todos los trabajadores que hoy son homenajeados por sus 10, 15, 20 y 25 años de labor en nuestra institución, contribuyendo a que se mantenga en un posicionamiento clave dentro del ámbito académico nacional e internacional.
Son tres las referencias que citaremos en este hermoso acto como son el Rerum Novarum, que cumplió 120 años de publicación, el gran símbolo de Juan Nepomuceno Pagés Monsant y la concentración del trabajador actual en su institución.
Con el primer tema quiero recordar las raíces religiosas de nuestra institución y a la vez los elementos históricos que definen la organización sindical.
El 15 de mayo de 1891, el Papa León XIII promulga la primera encíclica social de la Iglesia Católica, el Rerum Novarum o de las cosas nuevas. Un trabajo notable que sirvió de apoyo de muchos asuntos planteados por la revolución industrial, por el creciente problema obrero y las sociedades democráticas modernas.
Allí se recomendaba a los católicos, si lo deseaban, organizar partidos laboristas propios y uniones de trabajadores. Esta encíclica, aunque tuvo algunas controversias, dio seguridad a los obreros de unirse y afianzar así el movimiento sindical.
120 años después sigue esta acción, la necesidad de unirse, de plantear o exigir sus derechos al patrono sea universitario o Gobierno Nacional, manteniendo, claro está, el respeto a los demás, pues este modelo debe ser recto, claro y contundente. A pesar de las persecuciones, el objetivo de un sindicato es muy claro, es velar por los derechos de los trabajadores que cumplen cabalmente su labor ante la organización.
Así fue entonces la primera publicación de la Iglesia Católica sobre la realidad social.
Pero si hablamos de primeras publicaciones y del año 1891, vamos a un segundo punto interesante, como lo fue la publicación de la historia de nuestra casa de estudios, específicamente el resumen histórico de la Universidad de Los Andes, que estuvo a cargo de Juan Nepomuceno Pagés Monsant. Hace 120 años también.
Ya muchos conocen su historia como bedel y luego rector. Pero en esa transición vivió y luchó por su crecimiento personal, que a la vez se tradujo en el desarrollo de la institución.
Éste universitario fue - citando a uno de nuestros historiadores - trabajador, estudiante, profesor y presidente de la Facultad de Ciencias Políticas, además de organizador y primer director de la biblioteca inaugurada en 1889, así como creador de la Gaceta Universitaria e iniciador del taller de impresión de la universidad en 1905. Entre 1902 y 1909 fue Rector de la Universidad de Los Andes. Por lo tanto, es un modelo con sentido de pertenencia y pertinencia por una institución.
Este 8 de junio, vemos a muchos ‘Nepomucenos’ aquí sentados que son luchadores, que aman esta universidad, su segunda familia en su labor cotidiana y que, a pesar de algunos cambios o transformaciones que afectan a su entorno por diferentes motivos, ayudan a que la dependencia que representa se mantenga sólida, pues la frase es clara: “pasan los hombres y permanecen las instituciones”.
Felicidades a nuestros agremiados que reciben esta condecoración, la de Juan Nepomuceno, que al principio fueron postuladas por sus compañeros y luego aprobados por una comisión. A los que no se les dio el visto bueno en su evaluación y a quienes no participaron, pero que sabemos que son constantes como este rector de principios de siglo veinte, nuestras congratulaciones. Aunque es fácil decir felicitaciones, pero en nuestros caso les damos las gracias, porque son ejemplos a seguir, muchos de ellos líderes.
Un último aspecto para cerrar esta participación trata sobre el enfoque del trabajador actual con respecto a la institución. Aplaudimos siempre su concentración por cumplir los objetivos de su dependencia, por ser eficaces y efectivos. Pero en esta oportunidad su segunda casa pide mucho más de ustedes, es una fase clave para seguir superviviendo ante la realidad del país. Hay que luchar juntos, unidos por un verdadero salario, adaptado al 2011. No con sueldos del pasado.
Es fácil culpar a los demás porque no actúan lo necesario y más fácil si se comenta desde un escritorio. Las acciones para una lucha justa no son de dos ni de tres personas, sino que pertenece a toda la comunidad universitaria. He allí lo que recordamos de la famosa frase de “conciencia social”, actuar por el bien y para el bien de mi entorno, en este caso de mi universidad.
Es momento también de levantarse del escritorio y unirse a la causa universitaria. Habrá muchas actividades para expresar nuestro descontento por este aumento del mes de mayo. Los pesimistas manifestarán que no servirá de nada una marcha, un paro, entre otras acciones de calle. Pero les aseguro que, como dice la frase popular, “tanto va el cántaro al agua que al final se rompe”, o sea la constancia dará sus frutos. Y de esa constancia tenemos mucha.
Pues bien, nuestro enfoque y nuestra concentración deben ir más allá de lo habitual. Esa es la realidad de nuestra universidad.
Sigamos unidos, sin pensar en lo político sino en lo universitario (Rerum Novarum). Seamos partícipes, con ese gran sentido de pertinencia por esta universidad para que siga formando a los profesionales de Venezuela (Juan Nepomuceno Pagés Monsant); y luchemos por nuestros derechos laborales, por un presupuesto justo, que es el real enfoque de un trabajador universitario para este 2011 (concentrados en la verdad de nuestro ámbito laboral).
Reiteramos nuestras felicitaciones a todos nuestros agremiados y a los empleados de la Universidad de Los Andes y gracias por hacer de esta casa de estudios una gran institución. Nos sentimos muy orgullosos.
Y les recordamos que el Sindicato Regional de Profesionales y Técnicos Superiores Universitarios de la Universidad de Los Andes (SIPRULA) al servicio de las trabajadoras y los trabajadores universitarios.
Muchas gracias… ¡SIPRULA SOMOS TODOS!
Expuesto por el licenciado José Ramón Dávila Quintero – Secretario de Deportes